jueves, 10 de marzo de 2011

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=hMj2BeLb9xc?fs=1&w=425&h=344]

Y apareció él, después de varios mensajes fallidos, idas y venidas, apareció. Nos habíamos conocido en un boliche hacía un mes. Lo recordaba alto, con onda, pelo medio largo y muy buen besador. Me acuerdo que tenía una camisa cuadrillé que pegaba perfecto con la onda del lugar. Mensaje va, mensaje viene, algún que otro llamado, poca coincidencia de horarios. Hasta que llegó el día, de devoto a palermo, con tacos de madera un tanto incómodos nos encontramos en plaza armenia. Las luces de ese boliche habían hecho maravillas en su rostro, pero no nos dejemos juzgar por las apariencias y sigamos. Era él, con la misma camisa de aquella noche, con esa onda cheta chic, él, con el que caminé 20 cuadras con mis zuecos para encontrar el bar que quería, él, que me preguntaba las cosas por lo menos dos veces, él, que se tomó un gin tonic, una corona y terminó con un whisky, él, que estaba ahorrando, él, que no sabía muy bien para qué estaba ahorrando, él, que me confesó estar ahorrando para comprarse un departamento, pero que en realidad ya tenía uno, él, que se iba ir a New York pero se va a Chile por el idioma, él, que piensa que habla con un acento incomprendible, él, que no sabía nada sobre mí, y tampoco lo entendía, él, me dijo cuando casi me caigo en una calle rota que una vez salió con una chica que se había caido en una cita y no la vió nunca más, él, si, él.

Con él, yo creía que iba a coger.

Pero claramente no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario