lunes, 21 de enero de 2013

El Winnie Pooh

Lo que me pasa a veces es si no sé si escribí algunas cosas acá alguna vez o no. O tal vez me olvido de las cosas que invento o inventé y soy bastante vaga para ponerme a revisar archivos. Trataré de no repetirme.

¿Te acordás cuando abrió facebook?, cuando ponías de estados solo frases de canciones, en español, en inglés... bueno, así. Esta tradición quedó del fotolog, cuando una publicaba fotos con frases abajo. Después el tiempo hizo que el facebook sea un arma mortal para poner ideas, hacer publicidad, publicar fotos, videos y revisar cuentas ajenas.

Ahora, volviendo al fotolog, había dos tipos: el grasún, y el cool. El flog cool, subía fotos inéditas, fotos de bandas, fotos blanco y negro y frases de libros cool que capaz nunca leyó el flogger en su vida pero igualmente lo postea.

Y ¿viste cuando te cruzás a alguien del cual sabés algo muy íntimo, algún secreto o algo que nadie se imaginaría?. ¿Cómo reaccionás frente aquel señor que te tiró onda alguna vez y ahora se te hace el amigo? ¿cómo hacés frente a la conocida con la que tomaste unos tequilas y tuviste que llevar a la casa pero ella no lo recuerda?.
Cuestión es que me crucé con una chica de la que sé algo que esconde. Lo ví una vez y no pude olvidarlo: tiene tatuado un Winnie Pooh de Boca. La cuestión no es tanto el osito, sino que sea de un cuadro. Ah! y además, el personaje no estaba tatuado ni en el brazo, ni en una pierna, ni en la espalda: está en una teta. Real. Increíble pero cierto. Cuando cualquiera puede pensar que eso se da en cualquier watchiturra del conurbano, no. Me la crucé y la ví muy cool, muy progre, muy palermo.
Obviamente no la saludé ni nada, son esas cosas que una sabe sin querer, de conocidos o de verlo sin querer. Pero no pude evitar pensar en eso. Yo por ejemplo, tengo un tatuaje del ojo de horus que me hice porque bailaba arabe, no reniego de ello, fue hace muchos años, y creo que es de bastante mejor gusto que un winnie pooh. Ojo, no por Winnie, con el cual me saqué una foto en mi último viaje a disney pero bueno, no hace falta aclarar más.
 Y te lo digo, mostrá tu pecho progre y kirchnerista pero no te hagás la cool, no reniegues de tu pasado, querida. Y si lees esto o te lo hacen leer, espero que no te tapes el tattoo y que disfrutes de tu lado bizarro y tumbero, my love.


miércoles, 16 de enero de 2013

Tremendas



Las mujeres somos tremendas. Solas y en conjunto. Caminando por la calle o en la cama. Las mujeres somos histéricas, locas, celosas, sensibles y sobre todo, tienen pocos códigos. No es casualidad que cuando un grupo de mujeres se junta uno de los tópicos es sacarle el cuero a una que no está presente, o a otra que se robó el chongo de una, o simplemente a esa modelo de la revista. Las mujeres nos vestimos, para otras mujeres. Adelgazamos, para otras mujeres. Nos teñimos, adivinen para quién?, sí, para otras mujeres!. Este acto casi lésbico de querer estar mejor para que nos vea la otra. Que nos importe un ovario si nuestro novio, concubino, marido o chongo nos vea mejores, sino que ella, esa, y todas nos envidie tanto hasta reventar. La batalla interminable a ver quién es la más linda, la más flaca, la más diosa. Quién tiene el mejor auto, la mejor cartera, el mejor hombre. Todo es válido en esta batalla de las mujeres. Todo es válido para decir "acá estoy yo".
¿Superficial?, sí, un montón. Dejamos la huella digital, marcamos el territorio para que nadie toque esto que es mío. Hacemos escenas donde no debería haberlas y generamos problemas donde no los hay. Nos hacemos la cabeza con el más mínimo movimiento que vemos en facebook y revisamos celulares, carteras, cartas. No nos para ni el calor ni el frío. Ni la gripe ni la malaria. No tenemos códigos señores, a ver cuándo lo aprenden. Desde que ustedes están con nosotras, las mujeres, su vida ya no tiene sentido más que nosotras. Desde ese día olvidense de todo su entorno, somos saboteadoras de fiestas, de amigos. Si no nos gusta no hay vuelta atrás. Somos invasoras. Invadimos la intimidad, no dejamos que miren fútbol y tampoco que se hagan la paja tranquilos.

Las mujeres somos todo eso y más. Y soportamos. Las mujeres soportan.
Soportamos día a día los piropos por la calle. Esos piropos que a veces te levantan la autoestima y que a veces te dan miedo. Esas escenas de hombres que se te acercan y te huelen o te respiran en la mitad de la 9 de julio. Soportamos una sociedad en donde si no sos linda no sos nadie. Una sociedad sucia y un marido que camina de la mano con vos y de refilón mira un culo. Soportamos las puteadas "soloporsermujer" que ligamos mientas manejamos. Soportamos que nos pidan pagar la mitad del telo. Soportamos desde chiquitas que los nenes nos tiren del pelo. Soportamos aguantar el llanto en una película romántica. Soportamos esperar el primer "te amo". Soportamos esperar el anillo de compromiso. Soportamos la nueva moda de las plataformas. Soportamos a otras minas, minas malas, minas buenas, fantasmas, ex's, amigas y suegras. Soportamos la menstruación, el parto y la depilación, esos tres clichés que tanto se leen en las revistas que amamos consumir. Soportamos la dominación en el sexo, soportamos que nos caguen a palos a nosotras o a amigas, o a otras mujeres, que son como hermanas simplemente por el hecho de ser del mismo sexo. Soportamos casos como el de Marita Verón. Soportamos chiflidos de linyeras y cartoneros mientras sacamos los papelitos de prostíbulos de el microcentro.  Soportamos estrías, celulitis, tacos, hijos y la cuenta gigante de ser mujer.

Así que no está tan mal que ellos soporten que somos tremendas.