miércoles, 16 de enero de 2013

Tremendas



Las mujeres somos tremendas. Solas y en conjunto. Caminando por la calle o en la cama. Las mujeres somos histéricas, locas, celosas, sensibles y sobre todo, tienen pocos códigos. No es casualidad que cuando un grupo de mujeres se junta uno de los tópicos es sacarle el cuero a una que no está presente, o a otra que se robó el chongo de una, o simplemente a esa modelo de la revista. Las mujeres nos vestimos, para otras mujeres. Adelgazamos, para otras mujeres. Nos teñimos, adivinen para quién?, sí, para otras mujeres!. Este acto casi lésbico de querer estar mejor para que nos vea la otra. Que nos importe un ovario si nuestro novio, concubino, marido o chongo nos vea mejores, sino que ella, esa, y todas nos envidie tanto hasta reventar. La batalla interminable a ver quién es la más linda, la más flaca, la más diosa. Quién tiene el mejor auto, la mejor cartera, el mejor hombre. Todo es válido en esta batalla de las mujeres. Todo es válido para decir "acá estoy yo".
¿Superficial?, sí, un montón. Dejamos la huella digital, marcamos el territorio para que nadie toque esto que es mío. Hacemos escenas donde no debería haberlas y generamos problemas donde no los hay. Nos hacemos la cabeza con el más mínimo movimiento que vemos en facebook y revisamos celulares, carteras, cartas. No nos para ni el calor ni el frío. Ni la gripe ni la malaria. No tenemos códigos señores, a ver cuándo lo aprenden. Desde que ustedes están con nosotras, las mujeres, su vida ya no tiene sentido más que nosotras. Desde ese día olvidense de todo su entorno, somos saboteadoras de fiestas, de amigos. Si no nos gusta no hay vuelta atrás. Somos invasoras. Invadimos la intimidad, no dejamos que miren fútbol y tampoco que se hagan la paja tranquilos.

Las mujeres somos todo eso y más. Y soportamos. Las mujeres soportan.
Soportamos día a día los piropos por la calle. Esos piropos que a veces te levantan la autoestima y que a veces te dan miedo. Esas escenas de hombres que se te acercan y te huelen o te respiran en la mitad de la 9 de julio. Soportamos una sociedad en donde si no sos linda no sos nadie. Una sociedad sucia y un marido que camina de la mano con vos y de refilón mira un culo. Soportamos las puteadas "soloporsermujer" que ligamos mientas manejamos. Soportamos que nos pidan pagar la mitad del telo. Soportamos desde chiquitas que los nenes nos tiren del pelo. Soportamos aguantar el llanto en una película romántica. Soportamos esperar el primer "te amo". Soportamos esperar el anillo de compromiso. Soportamos la nueva moda de las plataformas. Soportamos a otras minas, minas malas, minas buenas, fantasmas, ex's, amigas y suegras. Soportamos la menstruación, el parto y la depilación, esos tres clichés que tanto se leen en las revistas que amamos consumir. Soportamos la dominación en el sexo, soportamos que nos caguen a palos a nosotras o a amigas, o a otras mujeres, que son como hermanas simplemente por el hecho de ser del mismo sexo. Soportamos casos como el de Marita Verón. Soportamos chiflidos de linyeras y cartoneros mientras sacamos los papelitos de prostíbulos de el microcentro.  Soportamos estrías, celulitis, tacos, hijos y la cuenta gigante de ser mujer.

Así que no está tan mal que ellos soporten que somos tremendas.