miércoles, 4 de diciembre de 2013

La Lady Di que no fue



Era una noche de verano y mientras tomaban una cerveza en la vereda con las piernas con mal bronceado y las uñas de los pies despintados con un vestido atado al cuello que era lo único que les quedaba bien con semejante calor. No sólo se les acercaba la moza, se les acercaban varios muchachos, ellas hablaban de chongos, de ropa, de dietas. Fumaban porque les quedaba bien, les combinaba con los vestidos atados en el cuello.
Se les acercaron dos. Uno hablaba en inglés y ellas no entendían nada de inglés. El otro hablaba en colombiano o mexicano.
Medio que les traducía medio que el colombiano-mexicano las quería todas para él, hasta que se quedó con una y la otra tuvo que arreglarse como podía con el inglés.
Entre charlas y coincidencias y un spanglish malabareado ella se imaginó en Inglaterra como Lady Di saludando en un carruaje y viajando en el bondi de dos pisos. Pero se hizo la difícil y decidió no darle un beso en ese primer encuentro. Pactaron como pudieron encontrarse al día siguiente, a la misma hora, en la misma mesa del mismo bar de la misma vereda: punto de encuentro para una cena romántica a la luz de las velas.

Al día siguiente se preparó toda la tarde y a la nochecita emprendió para la vereda del bar donde se encontraría con su viaje al primer mundo.
Se sentó el la misma mesa que estaba vacía justo para ella, todo cuadraba. Esperó. Pidió una cerveza chiquita. Siguió esperando.
Esperó.

Hasta que la moza verborrágica se sentó al lado de ella preguntándole si ella era ella, que la había llamado Kurt y que no tenía su número para comunicarse pero bueno, le dejó dicho aunque ella cree que es mentira porque los hombres son todos iguales pero bueno por lo menos llamó que no podía venir porque tenía algo con la madre o no sé quien o que tenía que irse que lo re re re re re re lamentaba pero bueno que lo sentía mucho y... "cobrame la cerveza", le dijo ella. Se levantó y se fue.

No sabremos bien si era cierto, si era mentira o si fue su imaginación la que vio desde la esquina cómo su inglés se encontraba con la moza.