martes, 9 de octubre de 2012

Neutral.

Me gustaría tener un barco de color rosado y viajar vestida de marinera por algunos puertos exóticos. Quiero tener pesos para poder cambiar dólares y comprarme un millón de golosinas yankees.

Tener un perrito chiquito redondo y peludo. Tener ganas de saludar a aquellos que en realidad no tengo tantas ganas de saludar.
De tener un libro que me diga cómo hacer las cosas pero no para leerlo sino para saber que está ahí, como una especie de manual.
Ganas de no llorar por todo sin sentido, ganas de tener ganas de ir al gimnasio más seguido.

Tengo ganas de tener una cartera fucsia para las primaveras y los inviernos. Ganas de llorar y que no me duela la cabeza.

Ganas de que las cosas con algunas personas cambien y que otras se queden así. Ganas de una montaña rusa, de un chocolate light.

Ganas de hacer un musical y no tener inspiración para hacerlo. Letras que me faltan y que las palabras que no aparecen aparezcan pronto.

Y a veces de pedir perdón y que me lo pidan. De no escuchar a mi cabeza y escucharla igual. De darme cuenta por qué me pasa lo que me pasa y por qué no me pasa lo que no me pasa. De ser sincera conmigo como lo soy con otros.

De estar bien, de estar mal y de no estar neutral. Porque lo neutral hace mal.