jueves, 26 de mayo de 2011

El fin del mundo



Si mañana se termina el mundo, no tendría que confesarme frente a un cura, lo haría frente a todos los que alguna vez les mentí. Buscaría a mis amores imposibles y les daría un beso. A los que tenga mas a mano o más tiempo, me los cogería. Llamaría a mis ex para insultarlos y llorarles a la vez. Llamaría a las mujeres/novias y advertiría que su novio las caga. Nadaría desnuda. Comería mucho guacamole y un postre balcarce yo sola. Bueno, una chocotorta también. Pediría perdón a todos los que no me animé a pedirles. Putearía a la gente que odio en mi familia. Comería un asado con mi mamá, mi papá, y mi hermanito. Jugaría a los legos con mi hermanito. Dormiría por última vez con mi gata encima. Robaría muchos vestidos y zapatos de locales grosos. O bueno, me los compraría, total, mañana se termina el mundo. Iría a alguna obra de teatro que me encante. Organizaría un evento en donde pueda cantar mis canciones favoritas. Llamaría a ex compañeros de colegio que fueron crueles conmigo y les contaría lo bien que estoy y me siento. Abrazaría a mis amigas/os un rato largo. Me pondría extensiones. Pasearía con taco aguja y pestañas postizas a las 15hs. Le diría a todos que todo lo que hice lo hice con esfuerzo, y que si no se terminaría el mundo haría mucho más. Miraría para atrás, y me sentiría orgullosa de lo que hice.

Y si no se termina, podría hacerlo igual.

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